Con Temporada de caza me despido del inspector del Grupo de homicidios de la Policía Nacional, Iván Pinacho.Pinacho me ha acompañado a lo largo de los tres volúmenes que conforman la trilogía Crímenes de temporada. Sus aventuras comenzaron con Temporada de setas en un pequeño pueblo de Soria muy especial, al que acudió para recoger boletus junto a sus amigos sorianos, y terminó encontrando muerte y violencia, pero también el amor en unos preciosos ojos verdes (el inspector Pinacho es un personaje de naturaleza enamoradiza, aunque le pese en el alma y le pase factura continuamente).
Tras las setas llegaron los sustos y lo que comenzó como un crimen en el Archivo de Simancas, terminó dando forma a Temporada de sustos, novela en la que se ve envuelto en un conflicto internacional en el que independentistas catalanes, extremistas españoles y soldados de las fuerzas especiales rusas llevaron la investigación por diferentes lugares de las provincias de León y Valladolid.
Con la ayuda de su inseparable compañera, la subinspectora Clara Nogueira, y de una secreta organización que vela por los intereses de España desde la sombra y rozando la ilegalidad, consiguió salir airoso y resolver el caso, aun a consta de esta cerca de traicionar sus propios principios. Y una vez más el amor marcó su sendero, su vida y sus actos.
Tras un pequeño periodo de normalidad en el que su trabajo se centró en su Valladolid natal, sin grandes emociones más allá de las que llevan asociadas su placa y su pistola y su intensa personalidad PAS, Pinacho sufrió un nuevo desamor, pero gracias a lo rocambolesco del caso de narcotráfico internacional que lo lleva a la Costa del sol, vuelve a enamorarse, a aprender sobre la vida, las mujeres y la amistad, y a demostrar y demostrarse que rendirse nunca es una opción.Esta vez serán los clanes internacionales de la droga los que pretenderán hacer de España su cortijo particular y, de nuevo tendrá que realizar un complejo funambulismo por esa delgada linea roja que separa la moral en la entrega absoluta en el servicio público de la ilegalidad, al unirse otra vez a El faro del norte, organización de largos tentáculos que no está dispuesta a entregar al patria a intereses ajenos.
Este jueves a las ocho de la tarde, presentaré a mi estilo la novela que cierra el círculo y en la que concedo a Pinacho el necesario descanso tras mi incursión en el género negro.
Quienes me conocen bien, saben que he construido a mi protagonista sobre mi personalidad, mis valores, mi diagnosticada alta sensibilidad, mi peligrosa tendencia a enamorarme de quien me seduce con las poderosas armas que esgrimen las mujeres de ojos vivos, hermosa sonrisa o deliciosas caderas, y sobre mi necesidad de que todo termine llegando, incluso lo bueno.
Estaré arropado por mucho cariño, tanto en la mesa de presentación como en el escenario (algunos de los artistas que conforman la BSO de esta trilogía subirán a cantar la música que escucha Pinacho) y entre el público, ya que espero un buen número de miembros de mi tribu de familiares, amigos y mujeres que inspiraron e inspiran mis textos.
Cambio de tercio. Me he dejado llevar por la certeza de que esta vida que comencé hace poco más de diez años, no es más que la continuación de otras muchas que se me regalaron en el pasado, y en las que siempre estuve enamorado de Ella y a su lado reí, lloré sufrí, disfruté, viví y amé. Y por ello he terminado Incluso lo bueno, ambientada en la guerra secesión americana, y estoy avanzando mucho en Inocentes, novela en la que la trama se desarrolla durante la ocupación romana de Judea.
En cualquier caso sé que jamás dejaré de escribir, lo haga mejor o peor, y que jamás dejaré de amar, lo haga mejor o peor.
El evento de presentación editorial de Temporada de caza, que comenzará con puntualidad prusiana a las 20 horas de este día 4 de julio en los jardines románticos de la Casa /Museo de José Zorrilla, es abierto al público y de entrada libra hasta completar aforo.
Prometo un acto ameno, diferente, original y muy a mis estilo, pase lo que pase y le pese a quien le pese.
Las ilustraciones de esta novela son obras del genial y polifacético Pedro Luis Centeno, ilustrador, compositor, teclista, cantante, productor musical, diseñador gráfico, fotógrafo y sobre todo buen amigo.
Mañana abriremos las puertas de acceso al evento a las 19,45, las de mi corazón, mi ilusión y mi alma las tenéis abiertas siempre.