sábado, 23 de noviembre de 2024
Il aqua. ¿Dove e il aqua?
Ciao se utiliza en Italia tanto para decir hola, como adiós. Ella acostumbra a besar en italiano. Él maldijo no hablar ese idioma.
sábado, 16 de noviembre de 2024
¿Una escena de caza?
Malena
García, arqueóloga y antropóloga doctorada en arqueología prehistórica por la
Universidad Complutense de Madrid, lee con gesto de contrariedad el informe que
sus compañeros, los doctores Analdi y Santamaría, han redactado para entregar
por duplicado al Ministerio y a la Fundación que sostiene económicamente sus
investigaciones.
Los dos
eruditos y refutados arqueólogos afirman en el informe, que las pinturas
rupestres descubiertas por la joven doctora García, pertenecen a un clan
procedente de Anatolia asentado en Burgos durante el periodo antiguo del Neolítico
en la Península Ibérica.
Analdi hace
hincapié en la representación de una escena de caza, en la que
indiscutiblemente las figuras antropomórficas que en círculo se ciernen sobre
un enorme animal, protegen a una figura que representa a la mujer que aguarda
junto a otra pieza cobrada la carne que los hombres llevarán a las cuevas.
Sin duda alguna, los cazadores, los guerreros más valientes del clan, aplicaron
las estrategias cinegéticas adquiridas al interactuar con el entorno y luchar por la subsistencia. También añade en su informe que el que
las representaciones femeninas en las escenas de caza se coloquen en un lugar
seguro tras el círculo de guerreros, evidencia la separación de tareas y no
deja lugar a dudas de que desde las primeras comunidades la mujer tenía la
importante misión de ocuparse de gestionar y preparar la carne de la caza y
gestar, alimentar y criar a los niños que sostendrían y ampliarían los
asentamientos.
Malena
enciende un pitillo y se prepara un café solo sin azúcar al que añade un largo
chorrito de orujo blanco. Hace frio en Burgos y en la tienda de campaña que le
sirve de oficina durante las excavaciones, el calor del infiernillo sobre el
que prepara una cafetera tras otra y, el orujo blanco regalo de uno de sus
mejores amigos en la zona, le ayudan a soportar las condiciones climatológicas.
Y las lecturas como la que acaba de dejar sobre la mesa.
Le hierve la
sangre al ratificar que en su campo todas las publicaciones de peso y la
inmensa mayoría de las teorías que luego se estudian en las facultades donde se
preparan los futuros arqueólogos y las futuras arqueólogas, están redactadas
por personas que han sido incapaces de evolucionar con los tiempos y, que de
alguna manera aún viven en la prehistoria, pues rechazan de facto la idea de
que ya en el pasado la mujer hubiera desarrollado iguales habilidades que el
hombre.
Desfiladero
de Pancorbo año 5476 A.C
Ha sido una
cacería demasiado peligrosa y, eso ya lo había avisado al ver que las huellas
del oso que salimos a buscar no eran idénticas a las que vi en la nieve unos
cientos de metros más allá del rio. Si uno se fijaba bien, podía darse cuenta
de que eran un poco más grandes que las del oso que le arrancó la vida a Nagal.
Estaba claro que había dos enormes machos en el mismo territorio, pero la
mayoría de los cazadores se rieron de mis advertencias durante la asamblea del
fuego, y no quisieron escuchar mi consejo. Si lo hubieran hecho, Nagal habría
vuelto a la cueva con sus hijos y seguramente Ninalu no estaría envuelto en
pieles, sudando las fiebres que le produjeron las enormes heridas que le
causaron las zarpas del más viejo de los dos machos, y no habría regresado a
hombros de quienes lo pudimos sacar de allí tras arrancarle al borde de la
muerte de las mandíbulas del gran oso.
No podemos
permitirnos el lujo de perder dos cazadores en cada partida. Las cinco
cazadoras que fueron entrenadas por la gran sacerdotisa del rayo y yo misma,
cobramos tantas piezas como nos es posible y alimentamos al clan durante las
nieves, pero hasta que los hombres no admitan que estamos más que preparadas, y
no entiendan que da igual lo que tengamos entre las piernas para cerrar el
círculo de lanzas ante los osos, los lobos, y los más fieros animales del
bosque, corremos el peligro de debilitarnos como grupo, y si otros clanes nos
atacan para robarnos el fuego o los víveres no podremos defendernos.
Vima, el
marido de Nula, nuestra líder, ha comenzado a pintar en las paredes de la cueva
la historia de cómo los guerreros murieron por no haberme escuchado y le dan la
espalda a mis consejos. Esto servirá para que nuestros hijos y nuestras hijas
no olviden que ante las garras de las fieras todos somos iguales, y para que escuchen
siempre los consejos de quien esté más capacitado para dirigir la cacería, sea
hombre o mujer.
viernes, 15 de noviembre de 2024
La última nota
La guerra en Ucrania aún sigue destrozando vidas y sueños, pero ya no es noticia.
Este es mi particular homenaje a esos sueños que nunca se cumplirán y a esas vidas cercenadas por la guadaña de la sin razón.
La última nota
Anhelina tiene once años, aunque estos últimos años quisiera borrarlos de su existencia.
Sus padres no llegaron a verla al piano en el teatro Lsya Ukrainka. El misil que destrozó la casa terminó con sus vidas e ilusiones.
Se ha escapado del refugio y se ha colado en el Lesya por una grieta para dedicarles a sus padres un concierto a la luz de la luna en el aniversario de su muerte.
Interpreta un nocturno de Chopin cuando una bomba cae sobre el teatro, estallando en do menor. Ahnelina muere y es entonces, solo entonces, cuando escucha los aplausos de sus emocionados padres.
domingo, 10 de noviembre de 2024
No me dé consejos, gracias, se equivocarme solo.
Prejuicios.
"Esa gatita te romperá el corazón" fue la frase que se acostumbró a escuchar en bucle desde el primer día en que se los vio juntos por las calles de Valladolid.
—Y el alma, no te quepa duda—se atrevió a contestar con verdadero enojo cuando se hartó de recibir avisos de quienes no podrían siquiera soñar con disfrutar de un gramo de las toneladas de amor que ella le regaló con su primer beso.
Pero por desgracia dos y dos siempre serán cuatro, y en efecto, le rompió el corazón y le destrozó el alma, pero no como todos hablan esperado, sino al haberle enseñado lo que quería decir eso de "hacer el amor"; y al haberle mostrado hasta donde puede llegar un corazón al que se le ha inyectado tanto cariño y tanta pasión, que no pudo más que reventar en mil pedazos el día que las circunstancias la separaron de él y al saber que la perdería para siempre, tan solo deseó la muerte.
Mientras exhaló su postrer aliento la siguió amando y tuvo la inmensa fortuna de que su sonrisa fuera la última imagen que el cerebro le permitiera disfrutar antes de desparramarse por la pared junto a la sangre y a los trocitos de hueso que la bala con la que decidió suplir su ausencia incorporaron al cóctel del suicidio del atormentado y roto poeta.
—Era la crónica de una muerte anunciada—se atrevió a decir en una velada poética uno de quienes más envidiaron la suerte del difunto, y que rezó por un día llegar a verlo sufrir por Ella desde que lo encontró una tarde entrando en el teatro de la mano de aquella felina y deseada preciosidad .
Lo que no añadió fue que el mismo habría dado todas sus vidas por haber podido dormir junto a Ella tan solo una noche. Pero claro...los artistas queman en hogueras privadas las páginas en las que escriben sus miserias.
Cuan fácil es ver la paja en el ojo ajeno. Cuantas vigas necesitaban los amantes para construir puentes entre sus corazones. Que difícil se lo pusieron los hados.
sábado, 9 de noviembre de 2024
Escapar de la libertad
Ayer asistí gratamente sorprendido a la interpretación de Mario Casas en la nueva cinta del director Rodrigo Cortés, quien me ganó para sus adeptos con El amor en su lugar.
Que el nuevo trabajo de Cortés me gustase no me sorprendió en absoluto, con los precedentes que había sentado, y mucho menos al leer el reparto de nombres del cine y el teatro español que lo acompañaban en este proyecto. En Escape disfruté una vez más del grandísimo José Sacristán, de la inconmensurable Blanca Portillo, del incombustible Guillermo Toledo y del soberbio Juanjo Puigcorbé.
José Maria Pou y Ana Castillo volvieron a demostrar su capacidad para ocupar por completo las escenas en las que intervienen, aunque cómo devoto y fiel admirador del impresionante talento del que para mi ha sido y sigue siendo el mejor actor que ha parido este país, Don José Sacristán, no me hubiera atrevido siquiera a insinuar que un actor como Mario Casas pudiese tan solo llegar a esta a su sombra. Y tras haberlo visto en otras películas como Grupo siete, en las que comenzó a demostrarme que era un buen actor, ayer el jodio estuvo más que a la altura. Me quito el sombrero ante su interpretación en esta cinta.
Y me quito el sombrero ante el trabajo de Rodrigo Cortés, que desde lo filosófico, los surrealista y lo metafórico ahondó en el que quizás es el trauma con el que aún peleo cada noche y que aún me lastra y me impide terminar de levantarme, el sentimiento de culpa.
El protagonista de esta película, no consigue librarse de la culpa que se nutre de su dolor ni del dolor que se nutre de su culpa y eso le lleva a la obsesiva necesidad de evitar cualquier responsabilidad y a negarse a tomar decisiones por pequeñas que sean, llegando incluso a exigir que se le diga cuando debe respirar. Se juzga con dureza, pero entiendo la dureza de su juicio y comprendo que dicte contra si la más dura sentencia que es la de renunciar a la razón y al ego. Empatizo con el castigo y de alguna manera envidio su fortaleza para erigirse en el verdugo que ejecuta la sentencia.
La película me fascinó, pero me revolvió por dentro hasta el infinito y más allá, pues me devolvió la idea de que los errores que cometí en el pasado, me llevaron a perder en el asfalto al Juan que era y desencadenaron el último combate entre mi padre y la pálida señora, con el triste resultado que cada mañana al despertar se me presenta una pesadilla más.
Pero el divino tribunal que juzgo mis actos impuso la condena que creyó conveniente y creo que o ya la he terminado de cumplir, o estoy a punto de ello, pues siento haber recuperado una condicional libertad de la que no quiero escapar.
La vida sigue, a pesar de todo, y aunque nunca dejará de dolerme, creo que he encontrado el camino del perdón, y el Juan que comienzo a ser no tiene nada que envidiar al que fui.
viernes, 1 de noviembre de 2024
Cuando hace falta
Acabo de leer la última hora de la Generalitat valenciana sobre el número de fallecidos por la DANA y el recuento oficial lo eleva a la escalofriante cifra de 202, y esto aún no ha terminado porque sigue habiendo muchos desaparecidos y ya sabemos lo que eso quiere decir. Ojalá todos aquellos a los que aún no se ha encontrado aparezcan o den señales de vida. Yo, particularmente y debido a mis circunstancias personales soy un tipo de naturaleza optimista, aunque de un tiempo a esta parte la vida me está enseñando también a afrontar la realidad y a plantarle cara a lo que ha de venir, aunque me asuste o me rompa el alma, por lo que esperaré acontecimientos y rezaré por quienes aún no han dado señales.
Esta mañana he conseguido hablar con mi amiga Judit, una preciosidad vallisoletana con un corazón enorme, un coraje impresionante y un alma sensible y hermosa, que hace ya años estableció su hogar en Valencia junto a mi tocayo Juan, un tipo tan afortunado como encantador con el que me tranquiliza saber que mi amiga construye su futuro.
Dada la condición energética, deportiva y amante de la naturaleza de esta pareja de amigos, crearon una empresa de ocio y tiempo libre con actividades de diversa índole y al ver las primeras imágenes de esta catástrofe el corazón me dio un vuelco pues los imaginé como siempre al aire libre. A mi boda acudieron en una furgona acondicionada y mi miedo era el que una riada los hubiera alcanzado dentro del vehículo y los hubiera llevado de un lado a otro ahogándolos o estrellándolos contra un muro.
Esta mañana Judit me ha escrito y tras el subidón inicial de ver su mensaje, lo he leído con calma y he ratificado lo que siempre pensé de ella, que es una chica tan inteligente como bonita. Al tener aviso de las alertas y de las previsiones no lo dudaron, suspendieron los compromisos empresariales, avisaron a sus empleados y abandonaron la zona de mayor riesgo.
Supongo que los padres de Judit, su hermano y todos sus familiares y amigos no dudaron en ningún momento que ella sabría afrontar las circunstancias, pero cuando la naturaleza se revuelve para sacudirse del lomo a los molestos humanos, muchos de nuestros congéneres más válidos caen también. Por desgracia aquí nadie se libra por que sí.
Ahora toca mantener alta la esperanza recurrir a la fe y no abandonarse a la amargura y a la desesperación. Hay que reconstruir lo destruido y levantar lo caído. Hay que restablecer la vida en los lugares que parecen exentos de ella y hay que conjurarse como nación para ayudar a cuantos han perdido todo.
No es momento para que los políticos se arrojen mierda, tal y como acostumbran a hacer con cualquier excusa. Si necesitan enfangarse, que cojan una pala, se pongan unas botas y vayan allí a despejar los caminos de lodo, y a quitar el barro de los hogares de quienes confiaron en ellos al entregarles sus votos.
Además de la espantosa tragedia humana, material y económica, no podemos olvidarnos de los miles de animales que han sufrido el más atroz de los miedos y que no cuentan con mucha ayuda, pues la inmensa mayoría de las protectoras de animales y de los refugios han desaparecido bajo las aguas y muchos de los cuidadores no se encuentran en condiciones para seguir con su encomiable labor.
Por eso desde este blog pido a los lectores que aportéis cuanto podáis para colaborar con asociaciones, oenegés, voluntarios de todo tipo y cuantas maneras tengamos de ayudar a nuestros asustados y desafortunados compatriotas, de dos o de cuatro pata.
Contad conmigo, Aquí me tenéis.
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