Ahora estoy aquí, pegado de cualquier forma sobre un gotelé pasado de moda.
La vida puede llegar a ser muy jodida, mucho.
Yo, que estuve en la boca de la mismísima Belén Esteban.
Como masticaba, que glamour, que clase, que mujer!!
Fue tan intenso nuestro intercambio de fluidos, que se llevo más del 60% de mi masa. mis sueños, mis ilusiones.
Y yo la amaba...
Pasamos solamente un día juntos, pero al arrancarme de aquel paquete arrugado donde me marchitaba, me regaló las horas mas felices de mi vida.
Lo que nunca la perdonaré, es que me abandonara a mi suerte en la bocaza del conde Lequio.
Aquel cabrón italiano, termino de arrancarme los pocos jugos que me quedaban y me colocó en esta puta pared, desde donde para desgracia mía, tendré que asistir horrorizado a todos los programas de Ana Rosa.
Por favor, ayudenme a morir.
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