miércoles, 3 de agosto de 2016

A ti

A ti, que me lees desde el otro lado de esta red, que atrapa a todo tipo de seres vivos, como las de los pesqueros japoneses.
A ti, que has encontrado en algunos de mis textos, la bola extra para seguir con la partida.
A ti,que le has dado sentido a muchas de mis noches sin dormir aferrado al teclado del ordenador, conteniendo las lágrimas y compartiendo mis miserias.
A ti, que sin darte cuenta, me has convertido en un superhéroe bajito y con el bigote bicolor.
Te estoy inmensamente agradecido. Agradezco tu sinceridad, tu valentía y tu sensibilidad. Agradezco todas y cada una de las palabras que me devolvieron parte de la autoestima que ciertas personas se llevaron, para condimentar un guiso con el que envenenar a muchos otros inocentes desprevenidos.
Esta canción que encabeza el texto, fue el último regalo que me hizo mi querida Blancanieves antes de cerrar los ojos para siempre. Al preguntarle el porqué de la increíble respuesta popular ante mis catastróficas desdichas y, al recordarle que siempre he sido un tipo normal, que no he salvado a ningún niño de un incendio y no he bajado ningún gatito de un árbol, este tema de Drexler, fue su constestación.
Esta canción se ha convertido en un tema fundamental de la B.S.O de mi vida. Espero que también pase a formar parte de la tuya, al comprender que en efecto, cada uno da lo que recibe y luego recibe lo que da. Es muy sencillo, no hay otra norma,nada se pierde, todo se transforma.
Es nuestra responsabilidad, tratar de dar lo mejor de nosotros, lo necesario, lo más puro. Es nuestra responsabilidad y nuestra obligación, aparcar el ego en el primer sitio libre (a ser posible, no en zona azul ni delante de un vado) y abrirnos a los demás, para con nuestro apoyo, con nuestras ganas de ayudar o con nuestra sonrisa oportuna, enjugar las lágrimas de aquel que se cree solo y perdido.
Sin darte cuenta al decirme lo que me dijiste ayer, me has devuelto multiplicado por mil, lo poco que yo te pude haber dado, al escribir en este blog que hay que pelear y no tirar nunca la toalla, porque aunque la vida a veces sea un verdadero infierno, en otras ocasiones se convierte en un paraíso en la tierra y siempre, siempre, hay un motivo por el que luchar.
Todo se ha transformado y me ha sido devuelto en forma del mejor regalo que podía esperar, tu amistad, tu cercanía, tu afinidad.
Siendo lectora asidua de mi blog, te habrás dado cuenta de que de un tiempo a esta parte, he comenzado a obviar algunas de las temáticas que me acompañaron durante quizás demasiado tiempo, al sentarme a escribir aquí.En ocasiones volvía a ellas, disfrazándolas con metáforas o vistiéndolas con alegorías y otras prendas del armario de recursos literarios pero como ya me ha indicado muchas veces mi querida editora y amiga, me cuesta demasiado abstraerme de mi mismo a la hora de escribir.
En cualquier caso ahora tengo una meta literaria ajena a mi persona y la necesidad de conseguir escribir algo, que realmente cale en mis lectores. De alguna manera, tras hablar contigo ayer, sé que algo de lo escrito ya ha calado y me siento tremendamente realizado.
Gracias. Un beso respetuoso, casto y puro.

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