martes, 26 de mayo de 2009

Espejito espejito...


Ayer por la tarde me contaron una cosa horrorosísima:
resulta que las mujeres tienden a sudar más por el rostro que los hombres y eso no debe ser muy "cool" según algunos criterios estéticos.
Pues bien, al parecer algunas señoras de la alta sociedad, se operaban unas glándulas capilares clausurando de esta forma parte de la sudoración natural y evitando así que les escurriera la molesta gotita por la mejilla.
Hace muchos años, algunas damas se daban sesiones de radio para aclararse la piel y parecer más pálidas y elegantes.
No quiero entrar ya en toda la serie de operaciones estéticas posibles, como liposucciones, botox, rinoplastias, aumentos de pecho (yo me hice uno de estos y ahora no hay manera de deshacerme de este precioso par de lolas) reducción de glúteos, aumento de pene( yo me hice uno de estos y ahora no hay manera de deshacerme del vecino del cuarto).
El ser humano debe ser bastante estupido, por norma.
Bien es cierto que en la naturaleza, las especies animales tienden a embellecerse y a lucir sus mejores galas y encantos durante la época de apareamiento, aunque no tiene nada que ver, porque no conozco a ningún animal que se mutile o se lesiones o enferme para impresionar al otro sexo.
Yo personalmente, durante mi época de celo ( de junio a mayo) acostumbro a cambiarme la ropa interior por lo menos cada tres días (excepto la de encaje, que al tener menos tela resiste peor los fluidos y a partir del segundo día comienza a desintegrarse.
También me cepillo los dientes cada seis o siete días y una vez al mes pongo sobre las cerdas un poco de pasta dentífrica (cosa que las cerdas no soportan y escapan corriendo entre el barro y las bellotas).
Los miércoles me ducho y cada dos jueves me lavo la cabeza. Los últimos domingos de cada mes me lavo el pelo.
Recuerdo la época en la que estuve cachitas (del 6 al 11 de enero de 2001) con especial cariño.
Las muchachas enloquecían ante mis bíceps definidos (músculo del cuarto superior que ejerce su acción sobre la segunda sección del brazo) y murmuraban coquetuelas al ver como aprovechaba cualquier excusa para poner el brazo en tensión.
Durante esa semana mi madre aprovechó para tender los calcetines sobre mi torso desnudo.
Lastima que mi académico interés por el tiempo de fritura del torrezno ibérico me llevara a perder tan rápidamente la forma.
El caso, es que a lo que iba, queridos amiguit@s (si me viera la ministra de paridad) jamás profanaría mi cuerpo, que es un templo, un lugar santo, un dojo, una pradera fértil (aunque la mayoría del año huela a cerrado) un centro de meditación...jamás y vuelvo a repetir JAMAS lo envilecería y escarnecería con el único objeto de agradar al sexo opuesto.
Tampoco al propio, obviamente.
Yo, señores y señoras, cuando pasa una real hembra junto a mí, meto tripa todo lo que puedo y me muerdo sutilmente los carrillos.
Generalmente espero a que la muchacha me rebase para limpiarme la sangre de la boca y dejar de contener las ventosidades, aunque en ocasiones mis flatulencias hacen de piropo y español requiebro al paso de la linda.
Queridos lectores de este vuestro blog (tuyo es, mío no) haced el favor de no ser gilipollas y tratad de estar conformes con lo que Dios os a dado.
Siento que seáis todos tan asquerosamente feos, y que no podáis evitar admirar mi belleza natural, pero amiguit@s, hacedme caso, NO MERECE LA PENA.
Mirad sino a la pobre Marujita, o a Cher, o a Lyza Minelli...¿No es mejor estar muerto?
Pensadlo bien.
El macho de "Liminus vulgaris" o "corzo empalmao" arroja una moneda al paso de la hembra y cuando esta se agacha a recogerla, la ensarta con su pene bifálico.
También arroja monedas al paso de machos de su especie, de machos de otras especies y de agentes del Seprona (estos no suelen hacerlo constar en sus informes, pero me he enterado porque tengo un amigo en el cuerpo).
Hablando de amigos en el cuerpo, el próximo día dedicaré un capítulo entero a los granos y las espinillas, compañeros de la adolescencia y verdaderos índices de la escasez de prácticas sexuales en pareja (o trío) de un hombre.

Hasta entonces disfrutad con vuestros juguetes eróticos todo lo que podais. Es la mejor forma de pasar el rato.




miércoles, 6 de mayo de 2009

Sencillamente que te jodan.

A ti, querid@ amig@ que ante la duda prefieres golpear y hacer sangre.
Que te jodan.
Que te jodan porque no mereces ni una pizca del tiempo que te he dedicado.
Que te jodan porque soy uno menos a creerme tus espejismos.
Que te jodan, ya que no seré yo el que busque hacerte ningún mal, la vida es dar y recibir y por norma, todo lo que das te acaba siendo devuelto.
Que te jodan porque la palabra "amistad" es como una joya que se ensucia y se vuelve vulgar en la boca de algunas personas.
Que te jodan.
CON MUCHO CARIÑO, ESO SI, ACARICIÁNDOTE LOS LÓBULOS, SUSURRANDOTE PALABRAS BONITAS, BESÁNDOTE EL CUELLO, PERO MUCHACH@, QUE TE JODAN POR AHÍ.