sábado, 20 de enero de 2018

"Hoy llego más puro que el agua mineral"

Y dentro de esa pureza que me has ayudado a conseguir, saneando el lodazal en que se estaba convirtiendo mi pecho torturado, he encontrado alguna explicación a preguntas eternas, con respuestas obsoletas o terriblemente confusas y dispersas.
Hay que tener un cuidado extremo para no permitir que algún desaprensivo, convierta tu alma en ese pantano de la desesperación en el que Atreyu estuvo a punto de perder a Artax y donde uno puede sumergirse entre angustias y penas, sin aferrar la cuerda que te lanzan las personas que te quieren.
¿Qué es el amor? preguntas clavando tu pupila en mi pupila azul. Princesa...amor eres tu.
Amor es todos y cada uno de esas gestos cómplices que unen a dos personas con un lazo invisible pero fuerte y resistente. Amor es la sonrisa que despierta una llamada de teléfono o un simple mensaje, cuando todo parece perdido. El amor del que yo hablo, nada tiene que ver con los culebrones que parecen rodarse tan solo para ayudarte a dormir la siesta en el sofá del salón, al término del telediario.
En una de mis últimas relecturas de esa impresionante obra filosófica y atemporal, que es "El principito" me deleité sobre manera con la diferencia entre querer y amar que nos presenta la conversación que mantiene el joven príncipe con una de las rosas.
El amor brota cuando descubres que darías cualquier cosa y harías cualquier cosa por alguien a quien deseas ver feliz por encima de todo. Un hijo, una madre, un hermano, un amigo o una pareja. Da igual. El amor implica respeto, sacrificio y una siempre disponible voluntad de ayudar a respirar a quien necesita aire porque su vida comienza a ahogarlo.
No dudes ni un solo segundo en que en el momento en el que alguien antepone su ego, sus necesidades y sus deseos a los de la persona amada, ha dejado de amarla para quererla. Y además quererla mal.
Cuando sientes dentro de ti que lo que te va  a hacer realmente feliz, es ver a la persona amada cumpliendo sus objetivos, ganando sus batallas y sonriéndole al destino, solo entonces comprenderás que has comenzado a amar de verdad. Y eso no hay que traducirlo en noches de pasión o en contacto de ningún tipo. A veces eso sobra por completo. Por supuesto enriquece y alimenta, pero no es una condición obligatoria.
Moriría de nuevo por verte completamente feliz y renacería otra vez en el paraíso de tu plenitud y tu sonrisa. 
Sin vergüenza, sin pudor, sin pretensiones, puedo afirmar con certeza que te amo. Y lo más hermoso de todo es que el amor verdadero, ese del que han escrito millones de versos los espíritus atormentados conocido como poetas, no necesita ser correspondido. Pero si tu también me amas, a mi, me estarás confirmando que además de que la vida tiene un sentido, Dios existe.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hace falta que Dios exista, puede existir una estrella, una luz, un algo, un algo que cobre sentido a la vida. Y sí, una de esas cosas para mí es el amor verdadero, una madre, un marido, un amigo...el que hace que mi vida tenga un sentido. Ellos son Dios, son una estrella, una luz...
Muchas veces lo pienso y así lo siento que me digo: que suerte tengo!
Zeroide,

Muaaaaaaaaaa

lacantudo dijo...

Pues me alegro muchísimo de que te sientas tan afortunada, querida Zeroide. Cuando encuentras lo que le da sentido a tu vida descubres que vivir es maravilloso.
Sé que un día llegará la persona que espero, pero de momento soy muy feliz con el amor que recibo de mi familia y mis amigos Y de mi gato. Bueno..del gato que vive conmigo. Yo soy su humano de compañía.
Un beso muy muy grande