lunes, 10 de abril de 2017

Tesis V¿ES?







Me llamo Lana y me van a cruzar.

 Eso si la humana con la que vivo, que es mi abogada, no consigue frenar judicialmente semejante despropósito.

El veterinario al que me acostumbra a llevar, se ha empeñado en cruzarme con un macho de pura raza persa, como yo; para completar su tesis “Evolución de las razas felinas en un ambiente urbano favorable” y sinceramente, podría haberla hecho sobre el pastoreo de la ostra, que también es un tema apasionante.

En pleno sigo XXI tanto a mi humana como a mí, nos parece una aberración que se pacten embarazos de conveniencia y que, por simples estudios científicos, se pretenda destrozar mi vida con un embarazo no deseado. Las hembras no estamos aquí para dar placer por obligación ni para hacer de conejillos de indias de nadie, con todos mis respetos a esa raza de conejos.

No es el mejor momento para quedarme en estado. Amo a un gato al que su humano de compañía decidió castrar hace tres años, sin pensar siquiera que pudiera querer desarrollar su instinto de paternidad. Un buen día, su humano (un tipo muy majo y muy atractivo que me parece a mí que tontea mucho con mi humana ) no supo gestionar que Gatete, mi amor, marcase con orina aquello que consideraba su territorio y sus propiedades y antes de razonar la situación y buscar alternativas, tiró de cirugía. Si es que estos humanos no dejan de sorprenderme. Mucha sensibilidad, mucho poema y muchas canciones de amor y a la primera de cambio le extirpan los testículos a su mejor amigo por incompatibilidad de aromas. Por otro lado, nos estamos ahorrando un sueldo en preservativos, así que siempre hay que buscar el lado positivo de todas las cosas.

Gatete me ha pedido que le espere aquí, en mi cama y creo que esta vez no lo decía con segundas. Al parecer ve demasiadas películas, porque me ha contado por wahtsap no se qué de un plan de evasión perfecto. Nos iremos a vivir a un Olmo viejo y seco y en su mitad hendido por un rayo, en medio del campo y él cazará para mí y me tratará como a una reina.

Lo que Gatete no sabe es que ni soy reina ni lo quiero ser y que además, cazo mis propios ratones. A ver si por ser hembra, no voy a poder cazar igual o mejor que él. Entiendo que él me lo ha dicho con buena intención y por su herencia educacional machista. Sé que le gusta leer pero debería leer menos libros de su humano y más sobre nuestros ancestros los leones, donde son las hembras de las manadas las que cazan las mejores presas y de la mejor de las maneras. Las hembras somos mucho más organizadas y más sacrificadas que los machos, que siempre van a lo fácil y a la ley del mínimo esfuerzo.

Gatete es muy mono y es un buen gato, cariñoso y dispuesto a todo por mí. Pero a veces se pasa de ñoño y de peliculero. Voy a darle una oportunidad siempre y cuando acepte que no voy dejar a mi humana. La quiero y me quiere y somos mucho más que compañeras de piso. Sé que ella ha buscado jurisprudencia y ha presentado un recurso para que no se me obligue a la cópula con fines médicos o científicos. Es una buena abogada y muy lista, seguro que con ella estaré a salvo de todo.

Hoy he comenzado a escribir este libro, “Nosotras parimos, nosotras decidimos” con la única intención de que mi caso y mi experiencia puedan ser de utilidad para otras gatas a las que quieran forzar a ser madres. Muchas veces roban los bebés para venderlos o regalarlos como si fueran objetos decorativos o peluchitos y, cuando los humanos con los que viven las gatas recién paridas ven que la camada ha sido numerosa, pueden llegar incluso a asesina a las crías. Sé que, si Gatete pudiese tener hijos, jamás permitiría que me arrebatasen a mis pequeños. Gatete es algo bobalicón y algo patoso pero me quiere con toda el alma y daría su vida por mí.

Love its in the air. Por hoy ya he escrito bastante, que aunque no estoy en celo, también tengo mis necesidades y otra cosa no, pero Gatete es un tigre en la cama.




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