domingo, 28 de junio de 2015

Insisto en beber de la misma copa siempre.

No sabes Andrés la de veces que me he sentido identificado con ese "bohemio ya sin fe" que "se ve triste en la cantina, llorando sin remedio por la ingrata que se fue".
Como en su caso, nada remedié con llanto ni con vino y he tratado de morder la copa para que el filo me destrozara la boca y "poder sangrar gota a gota el veneno de su amor" pero se conoce que mis piños son más delicaditos que los de aquel personaje que cantó antes que tú José Feliciano.
Lástima que el día que al fin se me partieron los dientes , no fuese en el intento tan sumamente romántico de tratar de adulterar los Riberas del Duero con nostalgia y penas de amor, si no por algo tan vulgar como llevar un casco Jet y no uno integral, eso si, el Jet era monísimo.
El vino está reconocido como alimento por la FAO pero no dicen nada de sus propiedades curativas para los males del corazón.
Alimentarme me alimento bien eso si, que vivo en una provincia con cinco diferentes D.O. ahí es nada.
Además llevo toda la vida empalmando un motivo con otro para tratar de mordisquear las copas y claro, a la larga se me terminará logrando.
Como decía la protagonista de Cóctel, aquella película de dudosa factura y aún más dudoso mensaje moral:  "Todo termina mal, si no no terminaría" .
Algo de razón si que llevaba la mujer pero mi único consuelo es pensar que mi historia de amor más hermosa, por la que llevo suspirando día tras día, no va a terminar mal.
 Para que algo termine mal, primero tiene que empezar.
Estoy hasta dispuesto a renunciar a esa historia solo por miedo a que termine como el rosario de la aurora.
Supongo que esto será el sumun de la cobardía.
Cada vez que escucho esta canción me entra una pena espantosa y al mismo tiempo un alivio tremendo porque me ratifica en la universalidad de este tipo de sentimientos que para nuestra desgracia, situaciones como la de este bohemio se producen a diario por todo el planeta.
Deberían entregarnos un manual para esto del amor, no terminó de dar con la solución y no sé porque´algunos dan con ello a la primera y yo llevo docenas de intentos y nada.
 Igual es que soy un poco idiota.
Igual es que tengo tantas ganas de creerme las palabras bonitas, los abrazos y las caricias en la nuca que me las creo aún sabiendo que forman parte de un proceso natural de camuflaje, embustero y muy practico... y claro, resulta que al final me he generado yo mismo la desilusión.
No es que esté triste hoy, tan solo es que siento que fracaso con todas aquellas mujeres que amo y eso me lleva a pensar que no sé amar en condiciones o que no he terminado de comprender el concepto del amor propiamente dicho.
Puede que confunda las cosas por tratar de conseguir aquello que deseo a cualquier precio y claro, generalmente el precio a pagar el demasiado elevado.
Ya voy identificando señales y creo que para que exista el amor que persigo, debería haber una buena dosis de ingredientes varios, como el respeto, la atracción, el cariño, la confianza y el deseo.
Vaya desde aquí mi más sincero reconocimiento hacia todas aquellas mujeres que me han brindado la oportunidad de arroparme con sus labios.
Siento no haber estado a la altura emocional o psicológica de muchas de ellas pero también hubo alguna que no quiso avisarme de que no lo estaba  haciendo bien y optó por romper la baraja en vez de seguir jugando.
Como en las partidas importantes creo que este juego merece baraja nueva.
Desprecintemos los naipes y repartamos con cuidado y con esmero, soy jugador y aún me queda alguna ficha ; cada vez menos pero nadie me va a volver a echar de la mesa. 
En lo que reparten me iré pidiendo un vinito, a ser posible en copa rota. 
Todavía no he sangrado todo el veneno de su amor.
Los Whiskis con cocacola light en copa de balón y con mucho hielo, los reservas de la ribera del Duero en copa rota.
Para picar una racioncita de ilusión con  esperanzas aliñadas con optimismo, la ensalada más deliciosa .

 

 











viernes, 26 de junio de 2015

¿Qué nos pasó?

Lo que más duele es no saberlo pero este es un dolor que ya he añadido al resto de los dolores y lo que no mata engorda salvo como dice un amigo, los kebabs , que matan y engordan.
Mikel Izal vuelve a cantártelo por mi: "prefiero preparar una fiesta de despedida por cada uno de aquellos días que fueron tan mágicos, ingrávidos, espléndidos...tan románticos que se marcharán".
Supongo que yo mismo debería saber la respuesta a ese ¿Qué nos paso? que me ha llevado a preguntárselo al viento, a la soledad de mi salón y al pobre gatete que está un poquito hasta los cojones de que le pregunte siempre cosas para las que no tiene respuestas, debe de ser de ciencias puras.
Imagino que no debería andar preguntándome estas cosas y mucho menos preguntándotelas a ti, ya te he dicho que respeto tu indiferencia pero aún me cuesta dar con el motivo que hizo que pasásemos de querernos por encima de todo a ignorarnos por costumbre.
Puede que la respuesta esté en que realmente nunca me quisiste por encima de todo, hay sentimientos y actitudes que no se pueden pasar por encima y si lo pienso así, las piezas de este puzzle encajan a la perfección pero da mucha pena.
Te recuerdo constantemente y te sigo echando de menos aunque hace ya tiempo que decidí seguir con mi vida y darle otra oportunidad a este corazoncito mio.
A ver si sale ya mi número que hace rato que cantaron linea y dijeron aquello de "seguimos para bingo" y aquí estoy,  siempre a falta de uno para completar el cartón y llevarme el "acumulado".
No hay posibilidad de hacer trampa ninguna, no puedo marcar aquellos números que no cante la señorita que extrae las bolas con dulzura casi erótica y por mucho que cruce los dedos se me está resistiendo el hijo de puta, fijo que por muchas vueltas que den al bombo, la bolita con el 32 se queda debajo de todos los demás.
Recuerdo tu sonrisa, la ternura en tu mirada y tus uñas en mi espalda cuando hacíamos el amor.
Recuerdo la delicadeza de tus gestos.
Solo he conseguido olvidar por completo la forma y el día en que nos dijimos adiós para siempre y el verdadero motivo por el que lo hicimos, bueno, lo hiciste porque a aquella despedida yo asistí como mero convidado de piedra, como un reo sin posibilidad alguna de defensa ante el tribunal del adiós y el jurado del abandono.
Ya me conoces soy de aquellos con tendencia a tropezar con la misma piedra las veces que haga falta y será que estoy deseando golpearme de nuevo con el corazón de una mujer hasta que dé con el que no sea duro sino mullido y cómodo.
Esa mujer no serás tú pero siempre permanecerás en mi como el fantasma de un ajusticiado por los casacas rojas en un castillo escocés.
Aquí termina todo para mi, para ti hace ya mucho que terminó y escribo en este blog lo que no supe decirte nunca, te quise más que a mi vida. Al perderte a ti y en aquel momento contra mi voluntad, se me concedió conservar la vida al menos, ya que los hados consideraron que con una pérdida era suficiente.
Este no es un texto plañidero de reconquista ni nada parecido, desde entonces he vuelto a experimentar muchas cosas y he vuelto a sonreír, a disfrutar y he podido acariciar otra piel.
Es una despedida definitiva y como no puedo componer una canción ni soy Pablo Neruda y no me creo con la suficiente técnica y sensibilidad para escribir el poema más triste del mundo, desahogo los restos de angustia y dolor aquí y como la Real Academia de la lengua antaño, limpio, pulo y doy esplendor, solo que no al idioma, a mi alma.
 





martes, 23 de junio de 2015

Era todo (la secuela)

Ya sabía yo que aquella entrada "Era todo" que publiqué aquí mismo el 4 de octubre de 2012 tenía que tener una secuela al menos y fijo que si me descuido media docena de ellas.
Lo onírico da mucho de si y más ahora que tengo un verdadero caos allí arriba y la noche es muy dada a fabricar sueños absurdos e incluso monstruos.
En esta ocasión todo transcurría en las oficinas de Hacienda.
Una preciosa música de violonchelo amenizaba la espera de los condenados. Todos vestíamos uniforme a rayas y llevábamos la típica bola negra encadenada al tobillo y a las muñecas esposadas.
No se porqué un violonchelo y no algo más aterrador como el Fary, bueno si se porqué, creo que antes de dormir estuve comunicándome con una amiga violonchelista que tocó en mi boda y con la que hacía mucho que no cruzaba mensajes.
El horror comenzó cuando por megafonía un funcionario dijo eso de " y a por otro, a por otro, a por otro contribuyente piloto" y después añadió mi nombre, dejando desolados a todos los asesinos en serie que aguardaban sentados junto a mi y uno de ellos me guiñó un ojo y se pasó la lengua por los labios en un ademán de todo menos erótico.
Me levanté y arrastré mi bola hasta la ventanilla y para mi sorpresa me atendió Fedra Llorente, la "Bombi", joer...que cabeza la mía.
Tiró de impresos oficiales y me hizo firmar la venta de mi alma (con IVA, eso si) la cesión de mis propiedades (un gato y un paquete de Chester mediado más o menos) y mi consentimiento al derecho de pernada del futuro presidente del gobierno. Acto seguido se despojó de la blusa y me enterró el rostro entre sus pechos.
Cuando conseguí sacar la cara de tan agradable zulo, me encontré en un escenario ante un público numerosísimo que pedía "otra, otra" y reparé en que estaba ataviado con un traje de época, de gobernador o comendador o algo de eso y que me quedaba algo "pesquero" pues el bajo no cubría por completo la silla de ruedas como en el famoso chiste de Clara, la de Heidi.
Traté de saludar dignamente inclinando el cuerpo y en ese momento caí estrepitosmente despertando la carcajada general, aplausos y gran ovación del respetable.
Creo que esto viene de mi vuelta a los escenarios esta misma noche que me tiene acojonado.
Cuando estaba megahumillado en las tablas de la escena una mano me ayudó a levantarme y alzando la vista descubrí a una criatura adorable y de reducidas dimensiones que me sonrió y me dijo"Hola soy yo, tu pequeñita, tu medía mandarina, me estabas esperando y he venido"
No se porque aquella chavalita impresionante me levantó del suelo con una sola mano y de repente cambió de nuevo el decorado y nos encontramos en mi habitación, desnudos en la cama y fumándonos el que debería ser el típico "pitillo de después"
Mi gato estaba recostado entre los dos, vestido, eso si y con las famosas botas del "gato con botas", unas "Katiuscas" amarillas que hacían juego con su largo impermeable de pescador de anuncio de "Capitán Pescanova". Estaba de lo más gracioso el jodío.
Terminé el pitillo y me lo apagué en el pecho sin molestia ninguna, me giré hacia la pequeñita y antes de que pudiera decir lo más mínimo la besé con todas las ganas introduciendola mi lengua hasta las entrañas y en el acto apareció un bebé de la nada, como en "Amanece que no es poco" y ella dijo  "Es que me obra enseguida, yo soy así, underground"
El llanto de un bebé junto a la ventana de mi habitación (vivo en una entreplanta frente a un colegio y la calle se llena de madres y padres que acuden con prisas a depositar o recuperar a sus niños de las aulas, dependiendo de la hora del día) me rescató de aquel sueño tan extraño y me he levantado jurando en arameo y buscando a la chavala por toda la casa.
No bebo y desde luego no consumo ningún tipo de sustancia nociva más allá de los torreznos y el lacón con grelos pero algo raro pasa en mi cabeza.
Igual es que me está volviendo el sentido del humor pero a través de los sueños.
Lo que está claro es que las cosas están cambiando dentro de mi, no solo fuera.
A ver si me recompongo, recupero el humor, el valor y las ganas de enamorarme y me dejo ya de tantas chorradas.
Todo llegará.

 

viernes, 19 de junio de 2015

Mejor no despertar a la bestia.

Considero más prudente llevarle a la cama un baso de leche caliente, una tila o incluso llegado el caso un orfidal o un lexatín.
De un tiempo a esta parte se me ha generado un "bruxismo" nocturno consistente en apretar las mandíbulas y rechinar los dientes, producto de la tensión acumulada y los nervios.
Puede que sea algo inherente al sistema de vida actual, a las lacras sociales de la ansiedad y el estrés o puede que sea tan solo una variación del conocido como "mal de la trinchera".
Tras muchos años dudando, al final decidí que prefería empuñar la pluma en vez de la espada.
Por mis venas corre sangre de conquistadores, de resistentes al invasor y de esforzados luchadores en diversas causas, unas seguramente más justas que otras pero vengo de una estirpe de soldados con inclinaciones artísticas y eso a la larga se nota.
He sido siempre un tipo muy calmado, he preferido rechazar la violencia aunque no vamos a mentir, tuve una juventud típica de mi ciudad y mi generación. Algo ajetreada, donde hubo algunos enfrentamientos y algunas actitudes equivocadas.
 Mi padre me enseño a leer a todo tipo de autores y a buscar lo indispensable y lo hermoso de la vida en los libros y gracias a él no torcí mi camino y enderecé a aquel muchacho perdido, confuso y de delicada fuerza de voluntad.
Aunque serví como voluntario en la Policía Militar y aprendí el manejo de distintas armas, aquello no me trastocó si no que me enseñó que es muy sencillo matar a alguien si tienes la herramienta adecuada y eso me lo corroboran desde distintos lugares del mundo cada día que enciendo el televisor y pongo el telediario.
Todos llevamos una bestia dentro y yo siempre me esfuerzo en acariciarle el lomo a la mía para relajarla y que duerma, que esté tranquila y no se meta en lios.
El problema llega con las provocaciones.
Si alguien se dedica a soplarle un "matasuegras" a mi bestia en el oído y a tirarle petardos a las patas, bombas fétidas al hocico y le unta la lengua con wasabi, al final terminará enseñando los colmillos y lanzando zarpazos.
Eso no quiere decir que quiera que suceda algo así pero como dice mi madre; "Lo poco agrada y lo mucho enfada" .
Son tiempos duros para la lírica y creo que lo mejor será ignorar los pensamientos negativos y los miedos aunque noto que estoy recuperando el valor y poco a poco voy a dejar de ser ese tipo asustadizo que traga con todo y consiente que le meen los zapatos y encima le quieran convencer de que está lloviendo.
De momento prefiero rumiar la mala leche y dejar salir a mis demonios en el blog, la vida a veces se presenta difícil pero perder los estribos no es la solución y además hay acontecimientos que vienen como vienen y son incorpóreos, no les puedes romper el tabique ni clavarles un cuchillo en el costado.
Si todos mis problemas adoptaran la forma de un "Golem" fijo que ahora me atrevería a romperle una botella en la cabeza y tratar de convertirlo en polvo y devolverlo al infierno de donde proviene pero trataré de ser realista y acometeré a cada uno de ellos en su terreno y con las armas adecuadas: paciencia, esfuerzo, constancia, ilusión y sobre todo esperanza.
Me he pasado tantos años mirando para otro lado que ahora me han subido las dioptrías al negarme a desviar la mirada de lo complicado de la vida.






martes, 16 de junio de 2015

Hablando de amor, ese tema recurrente

Ayer de la forma más tonta surgieron un montón de reflexiones sobre el amor y lo vivido al respecto de este hermoso sentimiento, que te transforma y te atrapa en una espiral de acontecimientos (que en unas ocasiones te convierte en  la persona más feliz del planeta y en otras en un guiñapo llororoso,lastimero,  con tendencias suicidas y propensión a escribir poemas tristísimos y relatos revanchistas)
A alguna de esas refexiones conscientemente no me había enfrentado nunca, quizás si en sueños o en pesadillas más bien, pero no con los ojos tan abiertos como un lemur.
Surgieron a raíz de la publicación de una amiga de facebook , publicación que comenté con la mejor de las intenciones pero una cosa llevó a la otra y al final aquello se convirtió en una charla de lo más metafísica.
Elena, que se llama esta amiga, creo que se ha enamorado y como la dije ayer tras varios comentarios que podían dar a entender justo lo opuesto, yo soy de los que siguen creyendo en el amor, incluso en el matrimonio y puestos a creer, también soy de los que creen en la posibilidad de la paz en el mundo.
He encabezado esta entrada con un formidable tema de los Dire Straits que siempre me gustó.
Romeo y Julieta han sido el no va más de las historias de amor hasta que llegaron Olvido y Mario, a los que deseo de todo corazón un final mucho más alegre e indoloro.
En cuanto a  mi, las últimas experiencias vitales me han convertido en un tipo asustadizo y prudente a más no poder, que por no atreverse no se atreve ni a enamorarse, con lo que he sido, que para mi desgracia y la de mis lectores siempre me he enamorado como un colegial y claro, eso me llevaba a escribir unos textos que rozaban peligrosamente lo ñoño y lo cansino.
Ahora , creo que he aprendido a diferenciar sentimientos y también a identificar las diferentes formas de amar.
Mi corazón siempre ha estado ocupado, pero lejos de lo que creía, era por un amor forjado sobre el respeto, la comprensión y la amistad en el sentido más completo y hermoso de la palabra (si amiguitos, las chicas tambien pueden ser nuestras mejores amigas sin que pase nada más).
Eso me llevó a tratar de adjudicarle una porción de tal amor a cada chica que se decidió a dormir conmigo y claro, como tenía cantidades industriales de ese amor dentro de mi, no me costaba lo más mínimo confundirlo con otros sentimientos tan bonitos como el cariño.
Craso error.
En las pelis cuando el prota se enamora, casi siempre es correspondido con un amor como el suyo, en la vida real no.
Y desde luego no me voy a poner derrotista y negativo rollo Tonino Carotone, yo no me cago en el amor, solo en los grados de intensidad del mismo.
El que se encuentren dos corazones afines es difícil pero posible y de hecho he tenido la suerte de conocer parejas que se han seguido queriendo hasta el final y más allá y el haberlo vivido tan de cerca es lo que me ha ayudado a no dejarme llevar por la incredulidad al respecto de todo esto.
He optado por esperar a encontrarme con mi famosa "media naranja" aunque con mi tamaño seguro que lo que me reserva el destino es una "media mandarina", da igual, el caso es que al juntarnos consigamos ser la pieza de fruta perfecta.
Hoy por hoy creo que aún estoy en plena posesión de mis facultades tanto físicas como mentales y no creo que nadie me vaya a incapacitar por prudente y por no querer volver a sufrir de amor, que hay que joderse lo que se sufre, yo que pensaba que era solo un tópico para completar las letras de las baladas o los versos de algunos poetas.
Sigue corriendo sangre por mis venas y mantengo mis apetitos, pero prefiero una temporada de dieta depurativa para recuperar la forma en el alma, que se me está quedando en nada y por descontado no pienso culpar de mis desgracias a ninguna de las mujeres que han estado a mi lado.
 El único culpable siempre he sido yo, que no he sabido amar de la forma correcta, no he querido ver la realidad de las relaciones y me he confundido constantemente aún a sabiendas de que algo no terminaba de cuadrar.
Se que estás ahí, que siempre has estado ahí y que un día ambos nos daremos cuenta y estaremos juntos para siempre o lo que quede de ese "siempre".
No te puedo poner nombre, pero te quiero pequeñita y tengo mucho que darte, quiero que poseas todo lo que soy, lo que he sido y lo que puedo llegar a ser.
Igual ya nos hemos besado alguna vez (que es posible) pero sin habernos atrevido a averiguar el porqué de esa extraña sensación en el pecho y esa imperiosa necesidad de recordarnos.
Puede que no seas tan etérea y nebulosa como te sueño, si no más bien tan humana como te deseo.
Igual un día aparece un nuevo Shackespeare y escribe sobre Juan y (...) una obra de esas de quitar el sentido.
Yo te ofrezco todos los mios, los seis.









jueves, 11 de junio de 2015

Haikus de un día más que raro.



Ya comente aquí un día que por mucho que me haya gustado siempre la poesía, nunca he sido muy hábil en el uso de esa disciplina.
Hace unos años descubrí esto de los haikus y aunque muchos piensen que es el refugio de los poetas sin talento, creo que los haikus son hermosos por esconder tanta emoción detrás del minimalismo.
Desde luego no voy a creer que se me den bien estas composiciones de tres versos y diecisiete "moras" o sílabas en total.
Si he sido capaz de enfrentarme a escribir algo en twetter no voy a flojear ante esta métrica tan singular y puede que no haya conseguido transmitir los sentimientos que pretendía en ellos, pero os aseguro que van cargaditos de emoción hasta las trancas.
Algunos de ellos los he escrito esta mañana en una sala de espera, paso previo a enfrentarme con la desconocido y su sello oficial, que puede arruinarte la vida o con suerte permitirte seguir luchando.
En cualquier caso que nadie, ni poetas, ni japoneses, ni poetas japoneses se sientan ofendidos por mi intrusión en este mundo.
Ya me contaréis.



Razones
Necesito amar,
más que encontrar razones,
para resistir.

Besos
No busco besos,
ni que lo interpretes mal,
solo ver tu luz.

La luz inversa
Sale el sol en ti,
brilla en tus ojos,
quema mis raíces.

Frío
Llega un invierno más,
hoy,
congelando esperanzas perdidas.

Despedida
Te me vas de repente,
lloro en silencio,
bebo recuerdos.

Sigue jugando
No juegues con la vida,
eso se paga,
y no se premia.

Ansiedad
Comete tus nervios hoy,
se sirven platos,
a muy buen precio.

Terror
A no encontrar un camino recto,
que me libere,
de tanta angustia.

Agradecido
No puedo entender porque,
ni a quien lo estaré,
cuando te marches.

Gato
Saca las uñas,
arquea la espalda,
ante aquello que bufas.

Mienten
No serán tus amigas,
Ni tu refugio,
tan solo aliadas.

Invisible
O tal vez ciego,
porque no quiero veros,
ni que me veáis.

martes, 9 de junio de 2015

Los dragones suelen proteger grandes tesoros.

En mi última entrada os hablé de que tras conocer a una joven bloguera y leer entradas de sus blogs, comprendí que esta necesidad de ponerlo todo por escrito no entiende de edades ni de generaciones.
Lo que si que veo con cristalina claridad es la selección de momentos internos que se llevan a las páginas de un libro o a las de un blog y que son de decisión absoluta y meditada de cada autor, pues uno no tiende a prostituir sus sentimientos, si no a compartir esas mareas existenciales con quien quiera o pueda tratar de comprenderlas e identificarlas.
No suelo hacer esto, pero al igual que en determinados momentos recomiendas un libro o una peli a los amigos, hoy voy a recomendaros la lectura del último post del blog "Cuidado con el dragón" de esta joven autora de la que os vengo hablando ultimamente.
Esto de entrar en contacto con otros blogueros es genial y me permite descubrir muchas cosas chulas.
Un día os pondré una selección de mis blogs imprescindibles y de lectura recurrente entre los que no faltarán medias mentiras, diarios de personajes carismáticos o actrices en busca de su identidad.
De momento os dejo con la entrada que os comentaba al principio y que ha dado lugar a este post.
Podréis acceder a ello a través de: www.ellosiemprehesidoyo.blogspot.com .
Y es que esto de tratar de reflejar lo que se vive y siente no es más que una historia interminable que pasa de unos a otros y que mientras exista la fantasía y las ganas de comunicar, la emperatriz seguirá gobernando nuestros sueños desde su torre de marfil.
Disfrutad de la lectura.

domingo, 7 de junio de 2015

Mejor como un perro negro que como un perro verde

Eso es lo que me ha venido a la cabeza cuando esta mañana tras el primer café me he sentado ante el teclado con la sana intención de escribir y  me he puesto en el equipo de música a buen volumen un disco de Led Zeppelin.
Este tema, Black Dog, ya se ha convertido en uno de esos míticos  en la historia de la música y habrá a quien le guste y a quien no, pero desde luego tiene una fuerza muy especial y transmite una burrada de sensaciones.
Yo que de un tiempo a esta parte no paro de darle vueltas al coco, ha habido ocasiones en las que me he llegado a sentir un poco "rarito" por mi forma de proceder, de enfrentarme con las cosas, de relaccionarme con los demás, de sentir y de vivir en general.
No soy un tipo especial ni mucho menos, simplemente me cuesta un poco ubicarme pero hay mañanas como la de hoy en las que al escuchar una canción siento como me renuevo por dentro y como mi energía interior experimenta un cambio radical.
Ser un perro verde es algo que se puede interpretar casi peyorativamente máxime cuando es tu entorno el que te cuelga el cartelito y por supuesto ni lo soy ni lo quiero ser, prefiero ser un "gatoflauta" puestos a elegir.
Hace un par de días conocí a una chavala bien maja que alimenta dos blogs literarios y al leer entradas de ambos blogs me di cuenta de que pertenezco a una especie muy común dentro de los seres humanos. Son muchos los que necesitan poner por escrito sus vicisitudes contándolas de una forma más o menos amenas o interesantes.
Ya no solo es que a veces  tengas una imaginación desbordante que te lleva a escribir una historia tras otra en la que inventas mundos, personajes, situaciones, historias de todo tipo. No, es algo muy diferente y que va más allá porque la necesidad estriba en compartir tus experiencias, tus miedos, tus penas, tus alegrías y todo lo que viene siendo tu día a día con un montón de lectores, algunos conocidos y otros no, da igual.
No es afán de protagonismo ni egocentrismo llevado al límite, que va. Es una necesidad vital como el que siente que tiene que bailar para expresar su identidad, el que encuentra el camino a través del sonido de un instrumento musical o el que plasma su esencia en un cuadro o en los muros de un edificio en ruinas.
Y no se hace buscando arte en si mismo, si no una vía de expresión.
No creo que ninguna persona con semejante necesidad sea "rarita", al revés, creo que es más raro aquel que prefiere cerrar sus ojos, sus oídos y su corazón ante estos mensajes.
En el último encuentro de blogueros que se celebró en la Feria del Libro de Valladolid esta necesidad vital de escribir fue uno de los puntos que tratamos en la mesa los tres blogueros que participamos de aquella charla y hablando de ello nos sentimos más cerca los tres, aunque tengamos estilos muy diferentes y abordemos temáticas distintas en nuestros textos.
Particularmente empiezo a considerar esta necesidad casi como una bendición y no como un problema o un lastre. Me ayuda a depurar el alma y a sacar de dentro muchas cosas que podrían enquistarse si las abandonara a su suerte dentro de mi pecho.

 

martes, 2 de junio de 2015

No se si meter ropa de invierno o de verano

Una vez te dije que contigo iría al fin del mundo y que si iba de tu mano, me parecería un lugar cojonudo.
Lo cierto es que dándole vueltas me han surgido un montón de preguntas como por ejemplo: que se pone uno allí, si hay que llevar pasaporte o vale con el DNI y si hay viajes organizados o cada uno llega por sus propios medios.
Ese crucero que podría pagarme con el euro que me dieran cada vez que he escuchado lo de "poco a poco", creo que no recala en esas costas, pero todo es saber buscar camarote en el barco adecuado.
Hay uno que me da muy buen rollo, un tal Titanic, creo que lleva hasta una orquesta dispuesta a animar la travesía hasta el último momento, suena bien.
Imagino que eso de "contigo al fin del mundo" es una frase excesivamente manida , que se utiliza casi como comodín en determinadas circunstancias y que ha perdido su valor original.
Para mi es una forma de decir muchas cosas pero principalmente, una que está por encima de las demás: "contigo no necesito otro mundo que no seas tú, que eres mi paraíso particular"
A fuerza de recorrer senderos y realizar misiones de exploración constantes he descubierto todo tipo de mundos, algunos con muy buena pinta y luego auténticos infiernos y otros en los que podría haber vida humana tal y como se conoce aquí pero cuya raza autóctona no admitía más que al hombre como esclavo o como alimento y claro, opté por salir corriendo.
Alguien dijo una vez que el infierno es la imposibilidad de la razón y como frase para citar no está nada mal pero mi infierno tengo más que claro que es una vida sin poder amarnos.
Ahora es cuando mi legión de detractores se frota las patitas y me cuelga el cartel de "superñoño" pero he llegado a un punto en que me la pela.
Que se le va a hacer, para mi desgracia soy de esos que creen en el amor aunque el hijoputa de Cupido muy buena puntería no debe de tener porque a mi me ha cosido a flechazos pero a ellas con suerte las ha rozado lo justo para que se puedan poner otro pendiente.
Ahora estoy bastante combativo y se me han hinchado las amígdalas.
Sé que en algún lugar no muy lejano debe de estar aquella que me colme pero igual se esconde sabedora de que tengo gato y no pienso renunciar a su compañía nunca o igual y ojala, esa eres tú pero aún no lo sabes y por mucho que te de el pálpito prefieres ignorarlo.
No pasa nada, si te he querido tantos años sin resultado puedo quererte al menos otros mil con igual fortuna.
El caso es pedir el cambio al entrenador y salirme un rato a la banda para recuperar el aliento y todo lo perdido por el camino.
Espero que venga el médico del equipo con su maletín repleto de calmantes, pomadas y cualquier cosa que me quite este dolor que ya empieza a ser insoportable.
Tus besos eran un bálsamo pero visto que ya no tengo receta y que sin ella no puedo conseguirlos, tiraré de cualquier sucedáneo homeopático para que al menos me sirva de placebo.
Renuncio a salir de nuevo al campo.
Durante la primera parte me ha ido bastante como el culo, de repente perdí el conocimiento por la carga de uno de los defensas del equipo contrario, uno italiano, un tal Piaggio alias "el avispa", seguro que por lo mucho que se pica siempre y desperté tras el descanso con muchas de ganas de jugar y feliz por ver que no se había terminado el partido y se me daba la oportunidad de jugar una prometedora segunda parte.
Lo he intentado con todas mis ganas, he corrido la banda, he tratado de regatear al adversario pero me han detenido constantemente y me han dejado en fuera de juego en demasiadas ocasiones.
Ahora solo quiero irme contigo al fin del mundo o a donde sea. Sería feliz incluso en el famoso apartamento de los concursos de la tele, ese de Torrevieja, Alicante.
Cualquier sitio si al despertarme puedo besar tu cuello y acariciarte el cabello.
Lo único es que seguramente tendrán que sacarme en camilla del terreno de juego porque soy de los que ponen todas las ganas en cada partido y el último me ha dejado muy tocado.
No pasa nada, como dice el psicólogo del equipo "esto no es un juego individual, pensad en el compañero y pasad la pelota" así que trataré de no aferrarme al balón
Estoy dispuesto a sentarme contigo ante la pizarra y estudiar bien la jugada, te lo juro.
En cualquier caso no hace falta que lo grite la grada, ya te lo digo yo, te quiero.
Tranquila pequeñita, sé quererte en la distancia, lo he perfeccionado con el tiempo.