martes, 30 de diciembre de 2014

Bajo el prisma de tu mirada

Ya no te podré dar un paseo en Vespa, con lo guay que era ver las cosas desde la moto y con el encanto que cobraba todo desde una Vespa.
De todas formas eso me importa poco, lo que dota a todo de verdadero encanto es tu presencia y la vida a tu lado debe de ser absolutamente hermosa, casi tanto como tu.
No obstante me he vuelto un tipo muy conformista y ya te he dicho que conozco mis limitaciones,así que aunque no pierda la ilusión, viviré con lo que tengo a mi alcance, que es mucho, aunque tu aún estés fuera de mis posibilidades.
¿Sabes? creo con sinceridad que  al someterlo al prisma de tu mirada, todo cobra un color especial y una dimensión muy distinta de la real, más bonita y elegante.
Supongo que ya sin conocerte te hubiera imaginado como la protagonista de muchas de mis historias pero ahora que te conozco, tengo que hacer un esfuerzo para no situarte en todo lo que escribo.
Tu espíritu impregna de paz y delicadeza aquello que toca y eso es genial, pero quizá le resta naturalidad y fuerza a mis textos, ya que al tenerte continuamente en mente, soy incapaz de escribir cosas que se alejen de los sentimientos, pequeñita.
Por otro lado me viene bien por que eres también un filtro que limpia todo aquello que sale sucio de mi alma, bien por unas circunstancias u otras, pero en cualquier caso se somete a la limpieza del contacto espiritual contigo y mejora.
Haces que escriba más y con más ganas y al sentarme al teclado del ordenador siento como si me sentara a tu lado y pudiese ver la pantalla a través de esos dos ojos tan bellos.
El cielo siempre estará estrellado para mi si imagino tu rostro en él al caer la noche y por las mañanas quisiera que fueras la única nube que se interpusiera entre el astro sol y mi piel.
Igual sería una protección factor "lo que haga falta" y de esa forma no me quemaría al exponerme demasiado a sus rayos.
En cualquier caso que fantástico es sentirte como parte de mi vida aunque no sea de continuo, pero ya hace un tiempo que apareciste y espero que sigas aquí hasta el fin de mis días.
Puede que nos besemos o puede que no, en cualquier caso tranquila porque no me concederé esa licencia poética y no escribiré una historia en que mi boca se adueñe de la tuya durante un rato, sería practicamente como invadir a traición una propiedad privada y soy un tipo respetuoso del código legal...y moral.
Ya sabes que mi corazón siempre será tuyo, aunque lo intente no puedo disimularlo.
Como dice la oración que aprendimos de pequeños "tuyo es, mio no, tómalo"
Tómalo cuando quieras hacerlo, no tiene por que ser ahora, te aseguro que estaré más que dispuesto a desprenderme de él para que te lo coloques en torno al cuello con una cadenita y seré yo quien te aparte el cabello  para que lo luzcas a tu antojo.
También tu cabello es precioso, pero bueno, es que me gusta todo de ti. Todo.
Hay tantas cosas que querría someter al prisma de tu mirada que de momento las iré bajando al trastero porque el día que pasen por ti, recuperarán el esplendor que pudieran haber perdido en ese cuartito lóbrego y apartado de todo.
Se que aún no tengo la habilidad suficiente, pero espero que llegue el día en el que pueda escribir un texto que esté a tu altura.
De momento seguiré practicando.
Tuyo para siempre:
     Juan.

 







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