domingo, 23 de noviembre de 2014

Frente a frente

En mi espectáculo con el inconmensurable pianista y amigo Oscar Lobete, "Canciones para una noche en vela" donde desgranábamos (os prometo que no destrozábamos) las canciones que más habían marcado ciertos momentos de nuestras vidas, yo revisando las letras y escribiendo textos explicativos sobre las emociones aparejadas a cada una de ellas, Oscar imprimiendo su esencia a las partituras de esos temas, esta con la que abro esta entrada,fue una de las que incluimos en el repertorio.
Ahora estamos ya preparando una segunda parte que hemos decidido llamar "Canciones para una nueva vida"...por circunstancias obvias.
De todas formas este "Frente a frente" interpretado por el "maño de oro" o sea, el increíble Enrique Bunbury, es una canción que bien podría formar parte de esta nueva entrega de nuestras rayadas más personales, ya que se que en esta vida o en cien más si las viviera,  sería banda sonora de todas ellas.
Cuando uno vive el amor como decidí vivirlo yo, las separaciones siempre duelen y frases como "solo quedan las ganas de llorar al ver que nuestro amor se aleja" es como si me las hubieran mandado copiar cien veces en el cole de la vida.
Pero no pasa nada, porque cada mujer que se termina marchando me deja algo muy bonito en el alma y el día de mañana se que solo tendré que tratar de plasmar ese collage en un libro para que esas aportaciones suyas se conviertan en algo chulo para todos.
Soy un tipo feliz, estoy feliz y aprendo deprisa. 
Como es lógico echo de menos a todas las que se fueron, a mi "caderitas", mi florecilla, mi pequeñita (menos a Campanilla, que estará siempre a mi lado) pero tengo una gran ilusión por conocer a las que han de venir, hasta que me cruce con la que será definitiva, que estoy convencido de que me espera en alguna parte, e incluso de haberla conocido ya, pero esperar el momento adecuado forma parte de este juego y lo esperaré lo que haga falta, ya no tengo prisa para nada.
Mientras pueda escribir, el amor será un tema recurrente en mis textos, lo siento, pero igual si me apasionara la matemática estaría escribiendo constantemente sobre progresiones geométricas.
No es el caso.
Espero que a mi gato no le parezca mal.


No hay comentarios: