martes, 25 de mayo de 2010

Don Juan



Hace un par de semanas, tuve la inmensa fortuna de poder actuar, teatralizando las visitas a la casa-museo de Don José Zorrilla, insigne hijo de esta tierra y afamado autor, creador del Don Juan Tenorio más universal.
Este personaje, Don Juan Tenorio, es uno de aquellos personajes de entre los literarios, con los que todos nos hemos sentido identificados al menos una vez en la vida.
¿Quién no se ha sentido un Don Juan, al pretender una moza y soltarla una retahíla de lisonjas que la terminaron por seducir?
Bien conocida es la escena de Don Juan y Doña Inés: "no es verdad ángel de amor..."
Todos nos sabemos de memoria algunos versos.
La sensación del momento en el que uno despliega las armas a su alcance para seducir, no se puede describir.
Los hombres, seguimos siendo unos estúpidos al pensar que realmente seducimos y conquistamos, ya que bien probado es, que simplemente nos dejan actuar a sabiendas del resultado (decidido por ellas de antemano) que tendrá nuestro cortejo.
Somos tan insolentes, tan narcisistas, que aun nos atrevemos a proyectar una imagen de crápulas, de calaveras y de conquistadores, cuando realmente no somos más que muñequitos que divierten y entretienen, haciendo del momento previo al primer beso un espectáculo teatral.
Si Don Juan hubiese sido un adefesio, o un soso, Doña Inés le hubiera mandado al carajo según se hubiese asomado a sus aposentos.
Que pésimos Tenorios aquellos que creen no ser un manido personaje.
Que ilusos, los don juanes de pacotilla que al terminar la velada,
te hacen una llamada para contar su victoria,
sin saber que en realidad,
la mujer es una noria que tan pronto te alza al cielo,
como en medio de esta historia,
 te lleva de nuevo al suelo.
Presumes de tu conquista y alardeas de tu hazaña,
mientras ella que es muy lista,
ya ha puesto siete mensajes, 
contando todas tus tretas,
a amigas de media España.
Perdón, que siempre me pasa igual, me dejo llevar por el tema del post y termino creyéndome yo también parte de aquello que cuento.
Lo que quería decir es que en una relación de pareja entre hombre y mujer, siempre será la misma historia, y no es la de "Don Juan", sino la de "El cazador cazado".
Ellas nos dejan creer que las hemos conquistado, pero no es cierto, ya habían decidido con días, semanas, e incluso meses de antelación en que momento, donde y como se entregarían a ti (si es que quieren entregarse).
Creo personalmente, que el éxito inmenso que cosechó el "Don Juan Tenorio", radica, además de en la calidad de sus versos, en que los hombre necesitamos reafirmarnos en la creencia de que somos seductores y ladrones de honra, cuando en realidad, todos sabemos en nuestro fuero más interno, que somos o unos seres patéticos con ínfulas o sencillamente unos gilipollas.

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