viernes, 22 de enero de 2010

Vida después de la muerte



Llevo unos días dándole vueltas a estas cosas.
La putada radica en que nadie va a poder explicarme realmente que va a suceder cuando me muera.
Al margen de que mis herederos y los hosteleros de Valladolid se vayan a repartir mi herencia a partes iguales (apúntame las copas que el lunes paso y te las pago), que mi viuda tendrá vía libre para acostarse con mis amigos y que la seguridad social dejará de perseguirme ¿qué será de mi?.
La mayoría de las religiones prometen vidas futuras en paraísos donde no hay miserias ni se paga Iva, y perder esos kilitos de más no supone un gran esfuerzo.
De momento va ganando el cielo musulmán, porque eso de las cien cachondas buenorras que te esperan para dejarte seco después de quedarte seco (o sea, megaseco) es bastante tentador.
Los cristianos molan, pero solo ofrecen sentarte a la derecha del padre, y que quieres que te diga, entre pasarme la eternidad follando como un conejo, o pasármela sentado al lado de un tío con barbas...pues eso...yo elijo lo del conejo.
Ultimamente me va interesando mucho lo de la reencarnación, siempre y cuando claro, no me reencarne en un bicho asqueroso, porque si a todos esos budistas les advierten que van a volver a vivir, en el cuerpo de una mosca boñiguera,comiendo zurullos y frotándose las patitas abandonan la túnica naranja y la tonsura echando virutas.
A mi me gustaría reencarnarme en un atlético guepardo, o en un tigre, o en un león...vamos, en un gato grande de los que están en la cima de la pirámide alimenticia, para que nadie me toque los cojones.
Volver reencarnado en una comadreja o en un ratón de campo no es asqueroso como la mosca o la liendre ( o la ladilla) pero seguro que me pasaría el día corriendo de un lado para otro, acojonado con los zorros, los búhos y los niños de pueblo.
No descarto el volver reencarnado en un banquero del opus, o en una pedazo de tía buena.
Ambas opciones se me presentan confortables, aunque puestos a afinar mejor en una tía buena, y me caso con un banquero del opus.
Llevar body de encaje rojo, zapatos de tacón de aguja y bañarme en leche de burra son algunas de las cosas que me pirrarían hacer en una vida futura.
Lo de pasarme el día tocándome las tetas es absolutamente secundario.
Ir a cenar a restaurantes de lujo y empolvarme la nariz en el momento de pagar la cuenta, que me abran la puerta del coche, que me abran la puerta de casa, que me abran...que me abran.
Lo que no se es si seria yo una buena esposa.
No.Definitivamente no.
Así que vamos a volver a lo del tigre.
Todo el día de un lado para otro, con la raya diplomática y los cojones pegados al culo. Saltando sobre mis presas desprevenidas y alimentandome de seres desprotegidos.
Que bueno, me estoy dando cuenta de que esta descripción sirve también para banquero del opus.
El caso es que morirme sin más y ya está, no me apetece.
Todo el mundo habla de la luz al final del túnel.
Con los millones que habrá costado el alquiler de la tuneladora tiene que haber algo después por cojones.
Pero...¿y si realmente somos espermatozoides de un ser todopoderoso y nuestra muerte no es más que su eyaculación?
Ahí estamos todos los muertos recientes apiñaditos en el túnel, corriendo enfervorecidos hacia el más allá y cuando saltamos nos damos de morros contra una eterna y cósmica pared de látex gigante.
Que horror.
Disculpad que me ponga tan místico y filosófico, pero igual que a mi padre le ha dado por leer los libros del Papa, a mi también me ha entrado la curiosidad por saber que vendrá después.
Lo que me parece un coñazo es eso de que todos formamos parte de una energía global, y a ella volveremos al morir.
Una mierda.
Para que luego llegue Zapatero y la malvenda por cuatro duros a un consorcio alemán, como pretendía con Endesa.
A ver si me voy a pasar yo la eternidad activando un montacargas, o una plancha, o un juguete sexual.
Un momento...un juguete sexual...uhmmm.
En fin, no se que ser´´a de mi, pero si se una cosa...bueno no, tampoco se si volveremos a vernos, porque si soy un tigre y vosotros sois cervatillos no vais a dejaros ver ni de coña.
De todas formas si es así, acercaros sin problema, que estaré encantado de saludaros, jijijjijijiii.
Besos y demás y que alguien me cambie la medicación, por el amor de Dios.

2 comentarios:

pepevigara dijo...

Menos mal que al final te diste cuenta de que era la medicación. Como dice algún jefe mio: "Juan, no pienses tanto", pues eso te digo Juan que no pienses tanto y seas más llano, por ejemplo como tu padre leete el libro del papa.

Por cierto no te veo como tigre, te acercas más a un gorrinillo jabalim que va por el monte esquivando las balas de barrigones cazadores que han dado salves a la virgen de la cabeza, se han hinchao de zampar migas con chorizo y follao a las salvadoreñas de la N-303.

lacantudo dijo...

Eso tu, que me miras con buenos ojos.