martes, 20 de octubre de 2009

Ducharnos a escupitajos.




No fue hace mucho tiempo, cuando toda una señora ministra, nos salió con la estupidez de que se iba a controlar el consumo del agua en los hogares españoles, barajando la idea de sancionar a aquellos que utilizaran más caudal del que a ella se le antojara para cada ducha.
Desde luego, otra tontería más (de las muchas que se dicen desde los gobiernos) y que no consiguió otra cosa que preocupar inútilmente a Lucas, mi patito de goma.
El pobre no parecía el mismo, con la mirada perdida y una alopecia plumonal tremenda del disgusto, total , "pa na".
Ahora se ha puesto muy de moda el tratar de concienciar al ciudadano.
Y me pregunto yo: ¿quién les conciencia a ellos?
Anoche pasé por delante del nuevo, mastodóntico y flamante edificio de oficinas que la Junta de Castilla y León ha inaugurado junto a la urbanización Sotoverde, en Arroyo de la encomienda, Valladolid.
La "gracia" arquitectónica de este complejo, reside en las enormes cristaleras que descubren al exterior todas y cada una de las estancias del edificio.
A alguien, muy concienciado, se le ha ocurrido que queda mucho más mono si cada noche, se dejan absolutamente todas las luces encendidas, de tal forma que desde los coches que circulen por la vecina autovía, se pueda contemplar tan magna e inmortal obra.
Luego mi pobre pato de goma, pagará las consecuencias.
Me piden también, que recicle los residuos, separando todo el subproducto que genero, en orgánico, plásticos, papel y vidrio.
Cuando saco la basura por las noches, parezco el típico "homelees" de las películas americanas, ya que aprovecho para sacar también al perro a hacer un pis, y voy cargadito de bolsas de basura, cajas y demás.
Los niños se cruzan de acera.
Mientras tanto, la industria nacional, sufragada con los impuestos de todos los ciudadanos, se pasa el día arrojando sus apestosos vertidos en ríos y mares de la santa madre patria, mientras el funcionariado (siempre sancionador) hace la vista gorda y cuenta los billetes del oportuno silencio.
Si acaso, algún aldeano vecino, consigue darle prensa a semejante noticia, se condena a la empresa correspondiente al pago de una sanción económica, que es siempre de menor cuantía que lo que le supondría reciclar los vertidos.
Y todo esto, lo paga después mi patito de goma.
Nos cosen a propaganda impresa en papel, los políticos ordenan la impresión de millones de dípticos, trípticos, carteles etc, para anunciar tal congreso sobre reciclaje, o cuales jornadas sobre concienciación ciudadana, y en vez de hacerlo sobre papel reciclado, o de tala ecológica, tiran del primero que pillan, aunque les cueste más caro.
Y todo esto ya sabéis quien lo paga después, claro está.
Y así andamos mi pato de goma y yo, bastante hartos de las chorradas del sistema, que propone como medida estrella, eliminar la corbata para no tener que encender el aire acondicionado.
Bravo.
Ya tenemos tanto poaque eólico que en unos pocos años, terminaremos con las escalas españolas, en las rutas de las aves migratorias.
Las placas solares se convirtieron en una especie de "plan de pensiones" subvencionadas por el gobierno que paga a cojón de mico energía que al final se termina derrochando, pero eso sí, amigo, comprese usted las bombillas de bajo consumo, sea usted ecológico.
Un futbolista sale corriendo del campo de juego, para apagar la luz de los vestuarios...que gran muchacho.
Termina el partido y se monta en su flamante todo terreno que consume una media de quince litros de carburante cada cien kilómetros, y que le llevará hasta el relax del jacuzzi que se ha instalado dentro de su propio gimnasio privado en el chalé de la Moraleja.
Lo que no sabe, es que dentro le espera mi patito de goma, con un cuchillo de cocina.
Y es que a mi patito de goma, ya se le han hinchado demasiado "los plumones".
¡¡Bolsa-caca...echale una mano al medio-ambiente!!!
Deberían hacer un ejercicio de sinceridad las grandes superficies comerciales y los supermercados y reconocer que en medio de esta crisis, ya no es rentable entregar al consumidor la bolsa para transportar las mercancías, y que es mucho más económico si el cliente se trae su carrito de toda la vida.
¡¡¡Ahorro y costes...echale una mano al medio-ambiente!!!
En fin, que manda cojones, como pretenden vendernos la moto con sus chorradas y como pretenden crearnos una mala conciencia a base de hacernos creer que sus consejitos ridículos, pueden salvar el planeta.
Que fácil es ver la paja en el ojo ajeno, y no hacerse las propias.
O algo así.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No creo que la madre naturaleza nos soporte más de cincuenta años.

La+ dijo...

Esto...que el futbolista ese tan majo se vuelve corriendo a apagar la luz del vestuario para dirigirse, acto seguido, a jugar a un estadio ILUMINADÍSIMO, con tantos focos y de tal forma situados que si lo miras fijamente desde la carretera más de tres segundos se te derriten las córneas.

¡Que jueguen de día, coño!

Que la noche se es pa otras cosas, no pa hacerse de sports.

La+ dixit

lacantudo dijo...

Por favor, que alguien eleve al senado, la enmienda por la abolición del futbol.
Ah, coño...que no estamos en Estados unidos.
Por favor, que algún chalado se suba a una torre y dispare con u fusil de precisión alos jugadores del barsa.

Unknown dijo...

Simplemente es genial. Muy de acuerdo. Besos.

lacantudo dijo...

Por avatares de la vida ahora vivo junto al edificio del que hablo en esta entrada y en defensa de los usuarios del mismo diré que ya se han dado cuenta de lo tremendo de la factura de la luz y se han decidido a apagarla al terminar la jornada laboral.
En otro orden de cosas te diré que Lucas, mi patito de goma, también me dejó. Se largó con una esponja muy casquivana. Que sean felices.