miércoles, 30 de septiembre de 2009

El "Siglo de oro"



Me va a perdonar Don Francisco de Quevedo, pero en estas lineas no pinta nada, el pobrecico.
Bien es cierto que me apetecía poner su foto, ya que es uno de mis escritores favoritos, uno de mis vividores favoritos y el antecesor estético de Galiano.
Más cierto es de todas formas, que buscando en internet fotos del establecimiento del que os voy a hablar a continuación, no encontré ni una, y se me coló este dibujo tan estupendo.
El "siglo de oro" es (hace al menos seis años que me fui de Madrid, no se si tan siquiera seguirá en pie) un bar, mejor dicho, una tasca que se encuentra en el barrio de Estrecho.
Durante unos años ese bar simbolizó para mi una nueva vida.
Mi familia se instaló en Madrid cuando mi padre, que era el abogado de una importante empresa ubicada allí, se cansó de jugarse la vida en la carretera cada dos días y agarrando el toro por los cuernos (en eso es un maestro) decidió con muy buen criterio que la familia al completo se establecería allí.
Podéis suponer que drama.
Yo tenia 23 años y una novia gallega con los ojos azules y fríos como su alma, que a los seis meses de haberme instalado en Madrid, me abandonó (eso si, tras haberse pasado por la piedra primero a cuanto joven en edad de merecer le hubiera susurrado " guapa" al oído)lo que con el tiempo se convirtió en uno de los acontecimientos más felices de mi vida.
El caso es que separarme de mis amigos, de mis bares, de mi territorio, se me presentaba como algo terriblemente espantoso.
Como es lógico, protesté y me enfrente a la decisión del cabeza de familia,al que taché de tirano y abusón y alguna cosita más.
Al cabo de unos meses besaba el suelo por donde pisaba.
Madrid era increíble.
Me matriculé en la facultad de derecho de la universidad San Pablo CEU, cosa que me sirvió para obtener un master "cum laude" en mus a 30 piedras el juego.
Hice amigos rápidamente, la gente de Madrid es mucho más abierta que aquí, seguramente porque pasan olímpicamente de tanta tontería y tanta pose como la que hay en Valladolid.
Se me abrió un mundo de posibilidades de ocio como no había conocido nunca.
Y lo mejor de todo: conocí a mi segunda familia.
Campuzano y Noelia son una pareja metodicamente peculiar.
De hecho ahora están felizmente divorciados y comparten cama en un piso de Albacete.
En aquellos tiempos, tenían un pisito de un dormitorio en la calle Castilla, en el barrio de estrecho.
En ese piso hicimos los mejores botellones del mundo, fumamos los canutos más grandes y probamos la vida en todos sus formatos y sin hacer caso de los prospectos.
En este piso, en un colchón de matrimonio junto a la puerta de entrada, amé a muchas, me rompieron el corazón un par de veces y me mostraron el cielo unas cuantas veces más.
Mis padres me perdían de vista el jueves por la tarde, ya que hacia el petate y me instalaba el fin de semana completo en casa de Campuzano y Noe.
Una juerga sucedía a otra y en el entretiempo descansábamos nuestros maltrechos cuerpos tomando cañas en el "siglo de oro".
Este era un bar para currantes, donde por cada caña (tirada como solo saben hacerlo en Madrid) te ofrecían una tapa deliciosa, generalmente a base de puchero.
Allí, descubrí que la amistad también es beber cerveza y mirarse en unos ojos verdes inmensos y desenfocados.
Que fue de aquellos años...
Aprendí tanto sobre mi en Madrid que no tuve más remedio que dejarme arrastrar por el lado oscuro.
Fue una época extraña, donde fui pasando de facultad en facultad, donde apareció por primera vez la odiosa ansiedad, que ya desde entonces no me abandonó.
Fui el mejor exponente de la generación x.
Entregado a la música y a la literatura, toqué y escribí como ya no he vuelto a hacerlo, y al fin, cuando llego la hora del renacer, destruí toda mi obra.
Campu, Noe, Pepito, Javi, Zdnka, Felixin, Miriam, Ainhoa, Simón, Pepa, Dani...
La mayoria se quemaron en la pila de legajos y mientras todo ardía, yo decidí lanzarme al mundo sobre un viejo corcel y con una bacinilla por yelmo.
Un día el pausado trote del jamelgo de mi vida me llevo hasta una cama en Granada, donde la que yo creí Dulcinea me curó de mis heridas y me enseñó a ser una persona.
Durante años traté de convencerme de aquello era lo que yo había soñado siempre.
Conocí mundo, la seguí por donde quiso llevarme y la fui fiel, en la medida de lo posible.
Dulcinea también creyó que aquello era lo que ella había soñado siempre y a base de conformarnos y de tratar de ser felices con ello, un día se nos rompió la vida, justo cuando el seguro, había dejado de cubrirnos ese tipo de incidencias.
Yo hoy acaricio su cabello en mis recuerdos, ella, acaricia mi mesilla de noche, un sinfonier y una estantería de madera clarita de "el corte ingles" , que es todo lo que le queda de mi y también es todo lo que necesita de mi.
Hace un par de años, rescaté de las cenizas de aquella hoguera lo que quedaba de aquel yo que tantos problemas me dio y un espíritu libre le insufló vida de nuevo, permitiéndome ser como realmente soy.
Ya no quiero vivir de otra manera.
No volveré a traicionar nunca más mi condición, ni aquellos ojos verdes tremendamente inmensos y desenfocados, ni a los ojos verdes que me miran ahora cada mañana al despertar.
He rescatado las cañas de mi memoria en el "siglo de oro" y cuando sale el sol después de una mañana lluviosa, me prometo a mi mismo que aún me he de tomar muchas cañas con Noe y Campu, muchas cañas con mis recuerdos y muchas cañas con el futuro, que hoy se presenta más que nunca, lleno de vida.

martes, 29 de septiembre de 2009

Escritor



Alguien me ha dicho hoy que me dedicara a esto en serio.
Pues bien...creo que no se hacer nada en serio.
Por no saber, no se ni vivir en serio así que fijense ustedes que desastre de escritor serio iba a ser.
Yo no se escribir.
Sabe escribir mi hermano Jose ángel (os recomiendo su página www.joseangelpizarro.com) y sabe escribir el señor Gavánido (el mono se eleva.blogspot.com) y saben escribir algunos otros más.
Yo solo se sentarme a matar el tiempo, y generalmente ni lo mato, como mucho lo dejo herido en un hombro o en una pierna, que es la herida que todo "bueno" de película quiere para si después del duelo final.
Yo no escribo, lo que hago es reírme, amar, odiar, izquierda derecha ar y tantas cosas más.
Con cada linea estoy un poquito más cerca de mi mismo y un poquito más lejos de un editor decente.
Tampoco los editores indecentes llaman a mi teléfono, cosa que me gustaría bastante, ya que si hay algo mejor que un editor llamándote, es un editor con medias de encaje y tanga rojo llamándote las cinco de la mañana.
Se que nunca viviré de esto, en lo que se refiere a bienes materiales claro, porque por lo demás el escribir me alimenta sobradamente.
Si no escribiera, no tendría valor para decirle a algunas personas que las quiero, ni para escupirles a algunas otras cuanto las odio.
No sabría gritar mi felicidad ni tararear mis miserias.
Escribir es como enchufarme a la corriente y dejarme cargando.
Escribir me hace genial entre los genios y mediocre entre los mediocres, y en ambas posturas me encuentro muy agusto. En la del misionero sin embargo me encuentro algo aburrido.
Al fin y al cabo, escribir es u regalo que me hago porque yo me lo merezco.
Y todo eso.
Y más es escribir.
Estaría fenomenal hablar de borrar durante un rato.
Borrar, es para mi anular la conciencia de palabras a medio gas.
Borrar es dejar de amar, de odiar y de pin-pan-pun.
Borrar es para mi implosionar y hablar hacia adentro.
Todo eso es borrar, y al fin y al cabo, borro y escribo con la misma soltura e incluso aún diría más: debería haber borrado muchas frases que publiqué y tendría que haber publicado demasiadas frases que borré.
Estaría fenomenal en Acapulco.

jueves, 24 de septiembre de 2009

QUE VEINTE AÑOS NO ES NADA...



Querida Reyes:
Ayer fue tu cumpleaños (no se muy bien si 32 o 33, pero porque aun no tengo muy claro si yo tengo 35 o 16) y después de tomarnos unos vinos y un sushi para celebrarlo nos fuimos prontito a la cama (yo con Laura y ella sola, no se piensen ustedes nada raro).
El caso es que estuve haciendo memoria y llegué a las siguientes conclusiones:
Hace ya muchos años (aunque tu estás igual)que descubrimos que la vida iba a ser mucho más divertida si la vivíamos a la par, cosa que no hemos dejado de hacer desde entonces.
Hemos sido el uno apoyo del otro constantemente, cual Lancelot y Ginebra, cual Pepe gotera y Otilio, cual Ortega y Gaset.
La sociedad nos ha sacado cantares en diferentes idiomas y hablas, ya que era muy difícil entender que siendo los dos primos y de buen ver, y atravesando la adolescencia cojiditos de la mano, no estuviésemos todo el día mordisqueandonos las entretelas.
Y la verdad es que...
Quiero decir, que siempre, por encima de esa natural lujuria que justifica el incesto en la mayoría de las culturas afro-asiaticas, se impuso el sentido común (bueno, tu sentido común)y nos dedicamos a fumar Chesterfield, a beber Johnie Walkers y a contarnos nuestros continuos fracasos con los hombres...y...con las mujeres claro.
Fuimos los reyes de las peyas (ausencias injustificadas a clase, no confundir con otras cositas)los amos de la casposa noche de Valladolid,y de las noches de Marbella, de Estepona, de Madrid de Granada e incluso de Cassino.
Donde yo fui tu estuviste conmigo y cada vez que me marché dejé un poquito de mi en tu casa.
Dejaste de ser una niña preciosa para convertirte en una mujer preciosa, y tuve que comprarme un matamoscas eléctrico de fabricación coreana para salir contigo a la calle.
Una vez alguien se me coló, y de repente empezaste a tener más tripa que yo, y entonces nació Belén.
Hoy Belén tiene 15 añazos y un noviete de metro ochenta con acné y más testosterona que un elefante macho en celo.
Lo que es la vida.
Y sin embargo seguimos queriéndonos tanto o más que antes.
Puede que más, porque al hacernos mayores, hemos aprendido a soportar nuestras rarezas y nuestras manías y nos entendemos sin hablarnos y eso mola bastante, la verdad (nos ahorramos un dineral en móvil).
Fuiste la primera en apoyarme incondicionalmente cuando cambié de era y pasé de "paleolaura" a "neolaura", la abriste tu corazón y las puertas de tu casa (en un principio para quince días, pero como vimos que estabas tan agustito y ante tus continuas súplicas nos quedamos cinco mesecitos).
Nos acompañaste al altar y se te humedecieron los ojos al mismo tiempo que los nuestros.
Después te bebiste el equivalente al consumo de 17 invitados adultos y bailaste lo mismo que los 23 críos que había en la pista de baile.
Estabas muy guapa, con tus sandalias de plástico.
Y hoy, a pesar de que aquellos que no nos conozcan bien, tratarán de leer entre lineas y de sacar conclusiones escandalosas, tenia que hacerte este pequeño homenaje.
En primer lugar porque soy español y caballero, y es de natural proceder en un caballero español, homenajear galantemente a las mujeres bonitas (que se jodan la ministra de igualdad y el resto de cayos malayos que presa de la envidia a esto lo consideran acoso).
En segundo lugar porque hoy soy muy feliz y quiero que lo compartas conmigo.
Y en tercer lugar, porque aunque pasen otros 32 o 33 años (debería de haberme documentado, como los escritores serios)se que seremos siempre los mejores amigos.
Y en tercer lugar porque alguien tenía que decirte hoy,
ojos verdes tienes.

martes, 8 de septiembre de 2009

TRAUMA Y HORROR EN VALLADOLID



A quién se le ocurre.
Esto solo puede pasar en Valladolid, una ciudad donde la gente es "excepcionalmente agradable" (para muestra, servidor) y donde en las fiestas patronales, nos encontramos con semejante ingenio para divertir a los niños.
La diversión en cuestión, se obtiene de introducir al niño por la boca de un garrulo gigantesco (EL "tio tragaldabas") o de la misma manera, por la boca de su señora (la no menos horripilante "Tia Melitona").
Podeis suponer, por que noble orificio se recupera al crio.
Eso de que te coma un cateto colosal para luego cagarte y volver a ser tragado y defecado acto seguido por su consorte, debe ser el sueño de todo niño de este planeta.
Lo que no entiendo es porque no se le ocurrió a Walt Disney, seguro que Disney World se hubiera convertido en la meca de las digestiones pesadas...¡basta ya de tanto ratoncito y tanta ñoñeria! ¡queremos que nos cague Blanca Nieves, o mejor aún, que nos coman y nos caguen despues cada uno de los siete enanitos!
No os podeis ni imaginar, la cara de horror que llevan los pequeñajos cuando sus incoscientes padres les arrastran a trompicones hacia semejante espanto.
Más de uno tendrá que acudir a terapia el resto de su vida.
Pero en fín, que se note que esta ciudad, está evolucionando.
Las fiestas de Valladolid se siguen fundamentando sobre garruladas como esta, conciertos casposos y corridas de toros (vamos que manda cojones, que para divertir a cinco mil imbéciles haya que torturar y matar a seis toros).
Eso si, vino y tapa de feria a 2,50€...precios "asequibles" con los que los hosteleros nos "regalan" el estómago a base de cañas en vasos cada vez más pequeños (se las saben todas, y como la gente no se queja...)y tapas cada vez más industriales.
De todas formas invito a todos y todas (por si me vigila el ministerio de paridas, digo de paridad) a venir a tomar unos chismes a las fiestas, porque lo importante son las ganas de divertirse.
Ciao que voy a ver si cagan a mis sobrinos.

JOSE Y MENTA







Ella es una loba de 12 meses, el su cuidador y amigo.
Los conocí hace un par de semanas, cuando nos encontrabamos acampados en Cantalejo (Segovia) para hacer las Hoces del Duraton en piragua.
Jose me llevó a su coto para que la viera correr en libertad, y es un espectáculo asombroso.
Encontrarse con un animal de tal belleza y poder observarlo en libertad es algo que por desgracia creo que no se repetirá con facilidad. 
Nunca pensé que iba a poder jugar con un lobo auténtico, y os aseguro que es una experiencia de lo más enriquecedora.
El lobo es un animal sumamente inteligente (rechacé jugar con ella al "Trivial" sabedor de que iba a ser una partida muy dura) y sus ojos tienen una expresión cuando menos desconcertante, puesto que se puede leer en ellos perfectamente el estado de ánimo, o sus intenciones. Ojalá hubiera encontrado la misma transparencia en la mirada de otras lobas con las que me he cruzado en mi vida, pero sé que un día encontraré unos ojos como los suyos y entonces sabré que el destino nos ha vuelto a cruzar.
Lo que más me impresionó, es que Jose, me contara que tiene cuatro lobos auténticos cuidando de su rebaño.
Jose no es un cualquiera, trabajó con Felix Rodriguez de La Fuente (cosa que ya dice bastante de él)y en la actualidad es uno de los mayores expertos en lobos de este país.
A mi me hizo un regalo extraordinario y siempre se lo agradeceré.
Aprovecho para hacer un llamado público y pedir que hagamos cuanto esté en nuestras manos, para que no se termine con esta bella especie, tan injustamente condenada a la persecución y el miedo.
Besos para todos, y uno muy grande para MENTA, la loba que me sostuvo la mirada y me ganó el corazón.